Valorar, Preservar, Difundir, Proyectar… parte de nuestro Patrimonio Cultural Identitario es la misión que como elenco nos hemos autoimpuesto. Ciertamente no es una tarea fácil sino muy por el contrario. Definir, conocer, identificar los fenómenos y hechos populares que conforman dicho patrimonio es, por lo pronto, motivo de controversia y asunto de percepción y apreciación.
El Folklore, como tradicionalmente se conoce, está constituido en gran parte por fenómenos, hechos populares y comportamientos comunitarios e individuales que – estudiados y analizados convenientemente – pueden contribuir a diseñar y definir cierta identidad pertinente. Cada uno de ellos nos está entregando un cúmulo de antecedentes para ir en búsqueda de aquello que pueda develar nuestro “Ser Cultural Propio”.
Folklore es la Sabiduría Popular puesta en acción; es el Ser, Sentir y Actuar del Hombre y su Comunidad; es la “Herencia de los Padres” – Patrimonio – que viene a constituirnos como personas.
Definir aquello que pertenece al Folklore, o es de carácter folklórico, siempre ha sido una problemática no sólo lingüística, en cuanto etimología, sino, además, desde la perspectiva socio-antropológica y filosófica si se quiere.
Si consideramos que todo accionar, individual o comunitario, vinculado a “la necesidad expresiva” puede constituir el hecho folklórico, bien tenemos que aceptar que “la Cotidianeidad” en toda su amplia gama de acción forma parte de ese bagaje expresivo con que se manifiestan las personas y comunidades. Folklore, entonces, es vida, acción, expresión y comportamiento.
Si el Folklore forma parte de la Cultural General y está constituido por todo el acervo que nuestras comunidades supieron seleccionar para bien definir su quehacer y comportamientos, estamos entonces frente a un inmenso Patrimonio (ya lo hemos dicho: Herencia legada por nuestros padres y antepasados) Intangible que nos patentiza y pertenece, mismo que estudiado, analizado, comparado, investigado, nos dará luces de nuestra identidad como personas, pueblo, comunidad y nación.
“Patrimonio Cultural Identitario” sería pues la designación por medio de la cual reuniéramos todo el acervo cultural propio que nos fue legado (y dejado en custodia) y que estamos en la obligación de Respetar, Valorar, Preservar y – más aún – hacer Crecer y Desarrollar para Constituir Nuestra Cultura: la de Ayer, la de Hoy, la de Mañana.
Carlos Reyes Zárate
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